domingo, 12 de agosto de 2007

Caminando entre agujeros

No tenía pensado escribir nada por el momento, pensando que quizás solo con algo elaborado y muy meditado, merecería robar el tiempo de quien se pare por aquí.

Pero un buen amigo (que ya te considero así Genin) me ha animado a no esperar tanto, y quizás a exigirme mucho menos.

Este último mes, ha sido uno de esos en los que el paseo por la vida se hace esquivando charcos y agujeros. Me enferenté a la miseria de descubrir la falta de responsabilidad y el abuso de confianza de alguien que supuestamente era todo lo contrario. Me enfrenté a la injusticia de pertenecer a un sistema que protege a este tipo de parásitos, y enredada en este suburbio de bajos comportamientos, me perdí el final del camino de un buen amigo.

Mi amigo tuvo la dudosa suerte de tentar a la probabilidad consiguiendo de golpe dos de los peores premios de la lotería de la salud. SIDA y cáncer, los dos diagnósticados al mismo tiempo y sin preaviso.

Pensé que no lo volvería a ver nunca más cuando salí de España hace más de un año, y no obtante, tuve la suerte de verlo en mis últimas vacaciones. Aun nos preparó una de sus deliciosas paellas, y paseamos por el campo y nos reímos, y le acompañamos en algun momento de debilidad.

Pero yo volví a mi trabajo, y él quedó peleando, caminando por su calle de baches , empujones y prohibiciones...hasta que llegó al stop sin retorno.

Yo no pude acompañarlo, y lo que más me duele es que en esos días yo no peleaba por las cosas que nos traen acá, sino por demostrar la innoble actuación de los que se toman esto solo como un trabajo, y no como una "causa" .

Caminando por la vida descubrimos tantas cosas...aprender a valorar las buenas y a enterrar las malas despues de entenderlas, supongo que forma parte del caminar.

Hay paseos que dejan ampollas , pero ¿qué caminante no ha tenido que parar en algun mometo a descansar?.